REFLEXION DE FEBRERO 2016

CONFIARA EN DIOS :


Imagínese que un amigo al que admira mucho hace algo que usted no entiende. Hay quienes critican lo que hizo y juzgan sus motivos diciendo que es cruel. ¿Se podría enseguida de parte de ellos, o esperaría hasta escuchar la versión de su amigo?. Si el no estuviera allí para exponer sus razones, ¿tendría usted paciencia y le daría el beneficio de la duda?.  Antes de nada, convendría que se preguntara: “¿Cuánto sé de mi amigo? ¿Por qué lo admiro?”. Eso sería lo justo, ¿verdad? ¿No podríamos hacer lo mismo al analizar la cuestión de si Dios es cruel?.
Tal vez le cueste entender algunas cosas que Dios ha hecho o que ha permitido. Muchos le dirán que él es cruel y lo presionaran para que juzgue sus motivos con la misma severidad que ellos. ¿Le dará el beneficio de la duda hasta saber más del asunto?. Mucho dependerá de si lo conoce bien o no. Pregúntese: “¿Qué clase de amigo ha sido Dios para mí?”.
Si usted ha tenido una vida difícil, tal vez opine que Dios no ha sido su amigo. Pero piense un poco: ¿es Dios el culpable de los problemas que ha vivido, o más bien la fuente de sus bendiciones? De modo que él es el responsable de muchos de los sufrimientos de este mundo. ¿Y no es cierto que gran parte de nuestros problemas se deben a nuestros propios defectos o a las imprevisibles circunstancias de la vida?
En cambio, ¿Qué ha hecho Dios?. La Biblia dice que es el Creador del Cielo y de la Tierra; que entre sus obras se encuentra el cuerpo humano, el cual está maravillosamente hecho, y que hasta nuestro aliento, nuestra vida, está en sus manos.

“El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él, que es Señor del Cielo y de la Tierra, no habita en santuarios fabricados por manos de hombres; ni es servido por manos humanas, como si de algo estuviera necesitado, el que a todos da la vida, el aliento y todas las cosas. El creo, de un solo principio, todo el linaje humano, para que habitas, sobre la faz de la tierra fijando los tiempos determinados y los límites del lugar donde habían de habitar, con el fin de que buscasen la divinidad, para ver si a tientas la buscaban y la hallaban; por más que no se encuentra lejos de cada uno de nosotros; pues en el vivimos, nos movemos y existimos, como han dicho algunos de vosotros”.
Significa que a Él le debemos nuestra misma existencia. Que la belleza del mundo que nos rodea, el amor y la amistad, el gusto, el tacto, el oído, el olfato…, todos son regalos de Dios. ¿Verdad que estas bendiciones lo convierten en un Amigo que merece nuestro cariño y confianza?.
Aun así, puede que le resulte difícil confiar en Dios. Tal vez piense que no lo conoce lo suficiente, y se comprende.
Estamos seguro de que si lo hace, llegará a saber la verdad sobre El. Dios no es cruel. Todo lo contrario: “Dios es Amor”.


Antonio Armario Muñoz

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